El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) sigue siendo un problema de salud pública mundial. Más de 35 millones de personas han muerto afectadas por este virus. Solo en 2016, un millón. Y según cifras oficiales , hoy aún la padecen 36,7 millones de personas en todo el mundo.
El 1 de diciembre es su día mundial, y muchos todavía siguen confundiéndose con su causante, el virus de inmunodeficiencia humana (o VIH), que, con el tiempo, progresará hacia la falla del sistema inmune, lo que permite que se desarrollen infecciones oportunistas y cánceres potencialmente mortales.
De los 36,7 millones de enfermos actuales, solo un 53% de los adultos reciben algún tipo de tratamiento antirretroviral. Y la cifra de menores que reciben el tratamiento es mucho más alarmante: sólo el 43% de los niños y niñas infectados tienen acceso a los antirretrovirales de por vida. Sin tratamiento, se estima que una persona afectada puede sobrevivir de promedio, después de la infección, entre 9 y 11 años.
Aunque el tratamiento no es la cura para la infección. Los antirretrovirales eficaces permiten mantener controlado el VIH y prevenir la transmisión, para que tanto las personas infectadas como los que corren riesgo de contagio puedan llevar una vida saludable, larga y productiva.
La Comisión de la Salud de nuestro Centro quiso dejar constancia del día, buscando sensibilizar, concienciar e informar a los más jovenes sobre este tema, que se vió plasmada en una foto de alumnos y profesores donde predominaba el color rojo, símbolo de la lucha contra este mal y la solidaridad con los afectados. También nuestros alumnos de 1º del Ciclo de Óptica aportaron su apoyo y compromiso. Cuando el enemigo es poderoso hay que sumar esfuerzos y la información y la concienciación son armas que poco a poco han ido arrinconando al maldito SIDA. El esfuerzo de muchos va convirtiendo lo que antes era una sentencia de muerte en una enfermedad crónica. Queda mucho por andar pero… ¡ en eso estamos !
EL SIDA NO DISCRIMINA, ¿Y TÚ?