El 22 de noviembre es el día de Santa Cecilia , patrona católica de los músicos, de los poetas y de los ciegos (no confundir con el Día Internacional de la Música, que se celebra el 21 de junio).
Por este motivo, el lunes 23 pudimos ver a la hora del recreo en nuestro instituto diversos grupos de alumnos qu,e a golpe de flauta, recordaban ese día interpretando diferentes piezas.
Es un poco incierto el motivo por el que Cecilia de Roma terminó siendo la patrona de la música. Cecilia fue una noble romana convertida al cristianismo y martirizada posteriormente entre los años 180 y 230. Alguna teoría sobre el hecho cuenta que en las Actas de su martirio, se narra que fue condenada a morir asfixiada en humo, y en vez de ello, a pesar de haber pasado más de un día en semejantes condiciones, comenzó a cantar el salmo LXX: Que mi corazón y mi carne permanezcan puros, oh Señor, y que no me vea defraudada en tu presencia.
Otras teorías dudan de la versión anteriormente explicada y achacan la confusión a un error en la transcripción de dichas Actas, donde entendieron por “instrumento musical” las palabras “canéntibus órganos”, cuando lo que realmente figuraba era “candéntibus órganos”…. instrumentos de tortura.
La cuestión es que Cecilia acabó siendo la patrona de la música. Curiosamente parece que ella rechazaba los instrumentos musicales pero desde finales del siglo XVI se la empezó a representar como a una artista. En el año 1595 el Papa Gregorio XIII la canonizó y le otorgó oficialmente el nombramiento de Patrona de la Música.